El presidente del grupo público argelino Sonatrach, Touffik Hakkar, afirmó que su país contempla una subida de precio para el gas que vende a España, al contrario de lo que han decidido para el resto de sus compradores europeos. Hakkar declaró a la agencia pública argelina APS que desde el inicio de la crisis en Ucrania los precios del gas y del petróleo han explotado. Y a pesar de ello, Argelia ha decidido “mantener” precios relativamente correctos para sus clientes. Sin embargo, añadió, no se excluye proceder a un recálculo de precios con nuestro cliente español.
Las declaraciones de Hakkar llegan cuando apenas han transcurrido dos semanas desde que el Gobierno argelino retirase de España a su embajador, Said Moussi, después de que el Palacio Real marroquí difundiera una carta enviada por el presidente español, Pedro Sánchez, en la que este afirmaba que el proyecto de autonomía que Rabat ofrece para el Sáhara Occidental es la base más seria, realista y creíble para solventar el conflicto del territorio en disputa. Ese adverbio comparativo, el más, relega a un plano muy secundario el proyecto de referéndum de autodeterminación que reclaman tanto el Frente Polisario como el Gobierno argelino.
Fuentes del sector en España subrayan que el proceso de renegociación de los contratos para el suministro de gas lleva meses abierto, desde mucho antes de que empezase a haber diferencias políticas. “Es una revisión ordinaria, que se produce aproximadamente cada tres años, y ya tocaba”, apuntan al tiempo que remarcan que con Sonatrach no ha habido ningún problema en los últimos tiempos. Un portavoz de Naturgy, que en realidad es el socio y cliente de la empresa argelina en España, afirma que las relaciones con Sonatrach son “fluidas”. Los detalles y, sobre todo, el precio de estos contratos son uno de los secretos mejor guardados de la industria energética.