El Gobierno del Presidente Bukele es único en toda la historia de El Salvador, desde aquel domingo 3 de febrero de 2019 en el que se transformó la manera de hacer política, trabajando por el beneficio y la seguridad de los salvadoreños, esos años negros de luto e incertidumbre en el que mantuvieron al país las administraciones de ARENA y el FMLN, quedaron atrás.
De acuerdo a las estadísticas, durante los dos primeros años del gobierno del expresidente prófugo Salvador Sánchez Cerén, fueron reportados 11,825 asesinatos: un promedio de 16.2 homicidios diarios, al finalizar su mandato de cinco años cerró con más de 23.000 homicidios, cifra superior en 5.500 a la registrada durante el Gobierno de su antecesor y también prófugo, Mauricio Funes (2009-2014).
Los números no mienten y hacen la diferencia entre los gobiernos que se repartieron el poder para poder enriquecerse del dinero de los ciudadanos por medio de un mecanismo que les permitió darse una vida llena de lujos, viajes, vehículos, mansiones, terrenos y haciendas, aviones, y millones de dólares en efectivo y un gobierno que ha cambiado la vida de los salvadoreños para bien, con la implementación del Plan Control Territorial que hoy por hoy ha puesto tras las rejas a más de 30 mil pandilleros en el marco del régimen de excepción.
En lo que va del 2022 las autoridades ya suman 31 días sin homicidios, el 78% (24) de estos, han sido reportados durante el régimen de excepción.
La gestión de los 5 años de Tony Saca se registró 1 día sin homicidios, el quinquenio de Funes solamente 1 día sin homicidios, los 5 años de Sánchez Cerén, increíblemente 0 días sin homicidios, mientras que durante los 3 años del Presidente de la República Nayib Bukele, se registra la cifra histórica de 102 días sin homicidios, algo que marca la historia de El Salvador.
