Las estrategias de seguridad que el Presidente Nayib Bukele ha implementado desde el inicio de su gestión, lo han posicionado como el único Jefe de Estado salvadoreño en lograr cifras históricas en el tema de seguridad, el Plan Control territorial y la implementación del régimen de excepción han logrado hasta hoy 128 días sin el cometimiento de homicidios.
Desde que terminó el conflicto armado en el país donde gobernaba Alfredo Cristiani, hasta llegar a Sánchez Cerén, suman 30 años en los que no hicieron ni el mínimo esfuerzo por atacar el flagelo que sometió al país bajo la sombra de la violencia, fueron los días más sangrientos que vivió la sociedad salvadoreña, posicionando al país como uno de los más peligrosos del mundo.
Las cifras de asesinatos por año desde el 2014 nos dicen que ese año hubieron 3,921, en 2015 se cometieron 6,656, en 2016 fueron 5,280, durante el año 2017 se contabilizaron 3,962, el año 2018 cerró con 3,346, en 2019 se cometieron 2,398, y para el año 2020 1,341, registrando una tendencia a la baja cerrando el 2021 con 1,140, los números no mienten y muestran la efectividad de la PNC y la Fuerza Armada en el combate contra los grupos criminales.
La historia ha cambiado, el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, ha transformado la vida de los salvadoreños haciendo que cada día sea más seguro, los ciudadanos salvadoreños apoyan sus decisiones y se ve reflejado en cada encuesta con una aprobación del 83% destacándose como el líder mejor evaluado de todo el mundo.
Estas acciones demuestran que se pudieron haber implementado distintas estrategias de seguridad desde gobiernos anteriores, sin embargo nunca tuvieron la voluntad de salvaguardar la vida de los salvadoreños, en su lugar beneficiaron a las pandillas con dinero en efectivo, armas y con fiestas en centros penales, mientras miles de salvadoreños morían a manos de estos asesinos.
