Debido a los excelentes resultados y al respaldo de la población salvadoreña, las medidas de seguridad aplicadas por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele en el combate de las pandillas se han convertido en referente para otros países de la región Centroamericana.
El domingo pasado mientras en El Salvador se extendía, por otros 30 días, la vigencia del estado de excepción, el gobierno de la República de Honduras decretó estado de excepción en una de las provincias más peligrosas en el vecino país.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, declaró estado de excepción en Colón, tras el asesinato de tres policías en una emboscada, lo que conmocionó a la población.
En 30 días del régimen de excepción, esta herramienta legal ha dado resultados exitosos en El Salvador, al reportar más de 17,000 miembros de esas estructuras criminales capturados por las fuerzas de Seguridad. Con ello, los índices de homicidios y otros delitos de alto impacto han tenido una significativa reducción. Este es el resultado de la guerra contra pandillas, que ordenó el Presidente Bukele, con un trabajo articulado entre la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada.
La población, agobiada por la zozobra que causan los antisociales al cometer homicidios, extorsión y otros delitos, aplaude los resultados del régimen y las medidas adoptadas en contra de los grupos criminales, clamor que fue escuchado por el jefe de Estado. El sondeo más reciente de CID-Gallup, divulgado hace una semana, reflejó que el 91 % de los salvadoreños (9 de cada 10) apoyan las medidas de seguridad, entre estas el régimen de excepción.