La crisis en Ucrania amenaza el suministro de trigo y de cereales a Oriente Medio y al norte de África, según CNBC.
De hecho, el inicio de la operación especial militar rusa en Ucrania provocó una fuerte subida del precio del trigo y de otros productos agrícolas, ya que Rusia y Ucrania representan juntos, aproximadamente, un tercio de las exportaciones mundiales de trigo, casi el 20 % del maíz y el 80 % del aceite de girasol, y proporcionan la mayor parte del suministro a Oriente Medio y al norte de África, señala el medio en un artículo publicado este jueves.
Si bien los países buscarán fuentes alternativas para sus importaciones de alimentos más importantes, el aumento de la inflación mundial y las posibles restricciones a las exportaciones hacen que resulte costoso, escribe CNBC. Al mismo tiempo, la escasez de agua en la región hace que la producción agrícola local sea muy limitada.
Amer Alhussein, experto en desarrollo económico y asesor de la iniciativa post-conflicto Plant for Peace, indica que la crisis podría afectar especialmente a Egipto. El país “tiene mucho que perder, ya que su programa de subvenciones al pan llega a más de la mitad de la población y constituye un pilar del contrato social que mantiene la estabilidad en el Estado árabe más poblado”, explica.
Según el experto, esos factores podrían “conducir a un ‘default’ que tendría un impacto catastrófico en su población”.
El Líbano, a su vez, se enfrenta a “numerosas advertencias de hambruna inminente”, afirma. “La situación actual podría derivar muy pronto en protestas y disturbios como los que se produjeron en 2019, pero con un impacto mucho más violento, dado que el nivel de vida y la seguridad alimentaria son cada vez peores en el país”, sugirió.