La industria automotriz alemana sufre por la crisis en Ucrania. Después de la pandemia de coronavirus y la crisis de los semiconductores, ahora le ha tocado el turno al suministro y al aumento de costos de otras materias primas. Todo eso, sin contar con la explosión de los precios del petróleo, del gas y del carbón.
Stefan Bratzel, del Centro de Gestión Automotriz, y experto en el rubro, cree que no se deben subestimar las carencias inminentes en el suministro de materias primas importantes para los fabricantes de automóviles y sus proveedores. “En última instancia, esto implica un aumento de los precios, periodos de espera más largos para los clientes de automóviles nuevos y ralentiza el aumento de la electromovilidad, explica.
Ucrania es uno de los proveedores más importantes del gas neón, informó la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA). Por lo que podría haber un impacto en la producción europea de semiconductores. Además, los chips escasean en todo el mundo y desde hace algún tiempo. En la producción de semiconductores se utilizan láseres de alto rendimiento que, entre otras cosas, requieren neón.
“Las materias primas serán aún más importantes en el futuro”, dice una portavoz de VDA. El paladio y el níquel se importaban hasta ahora desde Rusia.
A los fabricantes occidentales, según Lil Read, analista de GlobalData, solo les queda una opción: ampliar las relaciones comerciales con otros países productores de níquel, como Indonesia o Filipinas. Pero la distancia geográfica supondría un problema medioambiental.
Por otro lado, aumentaría la dependencia de China, ya que las empresas chinas jugarían un papel clave en las principales minas de níquel de esos países.