La tendencia de crecimiento para El Salvador, va en la dirección correcta, con el importante aumento del impulso sostenido de los ingresos fiscales y la retirada de los gastos relacionados con la pandemia.
Por lo que especialistas catalogan que es muy probable que El Salvador tenga un superávit primario en 2022. En los primeros siete meses de 2022, los ingresos totales crecieron 4 veces más rápido que los gastos totales (16 % al año frente al 4 % al año). Por esa razón, el déficit fiscal general del Sector Público No Financiero (incluidas las pensiones) es solo alrededor de un tercio de lo que era el año pasado: 259 millones de dólares en enero-julio vs. 722 millones de dólares en el mismo período de 2021.
Siguiendo el mismo ritmo, el saldo renovable de 12 meses muestra que el déficit general se ha reducido en 463 millones de dólares (1,5 % del PIB) en el transcurso de 2022, haciéndose muy probable que se publique el superávit primario y luego que se tome esta acción, supere el presupuesto.
El saldo principal fue de $236 millones de dólares (es decir un 0,8 % del PIB), en los 12 meses consecutivos que terminaron en el mes de julio de 2022 (el último mes para el que hay datos tanto de ingresos como de gastos). El crecimiento de los ingresos está perdiendo cierto impulso al margen, por lo que se espera que el superávit principal se modere hasta el 0,5 % del PIB para todo el año 2022.
Estos indicios siguen siendo mucho mejor de lo que fue aprobado por el Congreso en el presupuesto de 2022 (déficit primario del 1%). Incluso el grupo de reflexión conservador FUSADES, que generalmente tiene una visión nublada de las perspectivas fiscales, espera un superávit primario, lo están aceptando y además lo están divulgando.
